En nuestra juventud, existe siempre un día en que un amigo o familiar te invita a escuchar su nuevo y flamante equipo de Alta Fidelidad; también pudo suceder que pasaste por una tienda o gran almacén que lo tenía en funcionamiento y ya no pudiste dejar de pensar sobre cuándo ibas a encargarte de repetir aquella sensación, y en consecuencia, ponerte manos a la obra para conseguir un sistema Hi-Fi, que cuanto menos, sonara parecido a aquellos. Ya no hay vuelta atrás. Se te ha inoculado el «veneno» del fantástico sonido que te hace sentir como si la música se encontrara dentro de tí, produciendo una sensación de bienestar difícil de describir.
Pudo ser por la dinámica de su reproducción, su capacidad de separación y ubicación instrumental, por su exactitud tímbrica y detalle o porque en algún momento dicha escena y atmósfera sonoras te transportaron a aquél concierto en directo, varios años atrás. El caso es que ya no hay retorno posible. Quieres volver a sentir aquello cuando quieras, desde tu casa y con solo pulsar un par de botones.
A mí me sucedió a la edad de 15 años, un amigo me invitó a su casa y me puso varios temas de “Queen” en su nuevo equipo modular AKAI de gama alta. Realmente NO HUBO VUELTA ATRÁS 😉
A partir de ahí, han sido muchos años y muchos equipos los que han pasado por mis oídos. Antes de nada, he de decir que aunque nos podemos acercar al sonido “perfecto”, siempre van a existir matices subjetivos que harán que nos guste más un tipo de presentación sonora que otro, y sin embargo, habrá personas a las que no les satisfaga del todo la elegida por nosotros y prefieran variar algunos matices. Por lo tanto, también hay subjetividad en juego; sin embargo, y tras muchas audiciones compartidas con otros aficionados, os aseguro que los equipos que “suenan bien” lo harán para el 80 % de los humanos.
Somos partidarios de elegir modelos concretos de marcas vocacionalmente audiófilas, que nacieron al calor de un «loco» por el sonido perfecto.
Hifilia
Entre las dudas más frecuentes que nos encontramos por consultas de amigos y aficionados cuando empiezan a configurarse su sistema Hi-Fi / High End (ya hablaremos en otro post de las diferencias entre ambos conceptos) enumeramos las siguientes:
1. ¿Qué marca de Hi-Fi es mejor?
Pues bien, al igual que en tantos otros segmentos de la producción de bienes, la marca es importante, pero no te garantiza al 100% sus resultados satisfactorios. En este caso somos más partidarios de darle nuestro voto de confianza a modelos concretos de dichas marcas prestigiosas. Incluso, en muchas ocasiones nos hemos encontrado un modelo que sonaba de maravilla perteneciente a una serie de una marca concreta y otro modelo de la misma serie realmente desmerecía muchísimo en comparación con aquél.
¿Por qué sucede esto? Bienvenidos al mundo de la física. Unas simples transformaciones en el diseño del circuito (en muchas ocasiones, por hacerlo más «completo» o “sofisticado») hacen que el resultado sonoro final cambie sustancialmente (incluso en modelos «superiores», el resultado es a peor).
Sí es cierto que siempre hemos de partir de una marca de prestigio, del continente que sea. Nosotros somos partidarios de elegir marcas vocacionalmente audiófilas, que nacieron al calor de un «loco» por el sonido perfecto (hay muchas). Por citar algunas, A&R (Arcam), Musical Fidelity, Roksan y como no, Marantz, cuyo fundador, del mismo apellido, en sus orígenes llegó a perder dinero comercializando alguno de sus modelos, dado su compromiso con el sonido más puro. En este sentido, parece como si la filosofía de apuesta por la excelencia sonora perdurara en dichas marcas por simple respeto a su origen fundacional, a su «espíritu». No nos preguntéis por qué, pero es así en muchas marcas, aunque se conviertan en grandes compañías (la misma Marantz es un buen ejemplo).
En caso de que nos fijemos en una marca más comercial, digamos más «monetizadora», deberemos llevar a cabo la elección dentro de series que específicamente se hayan diseñado para el mercado audiófilo. Es el caso de la famosa serie ES de Sony, que tantas satisfacciones dió en los años 80-90´s. A mencionar también, la serie Integra de Onkyo. Al ser insignias de un tamaño considerable, nos encontramos con un I+D muy avanzado y unos costes de compra y producción escalados que nos aportarán excelentes dispositivos a precios contenidos.
Asi que, repetimos: Marcas no, modelos concretos.
2. ¿Me compro todo el equipo Hi-Fi de la misma marca?
Hay quienes piensan que van a encontrar una mayor sinergia física y sonora entre componentes de la misma marca. Entendemos como sinergia entre elementos (por ejemplo, entre un amplificador y unas cajas acústicas) el óptimo resultado de su «colaboración» (“1+1=3”). Pues bien, no es cierto en absoluto que se tenga que dar necesariamente mejor sinergia entre componentes de una misma marca (quizá sí estética, por decir algo). El detalle extremo, y carácter analítico de un amplificador Accuphase puede sinergizar (y complementar) a la perfección la dulzura de unos altavoces setenteros de Acoustic Research, por poner un ejemplo. El feliz matrimonio está asegurado.
3. ¿Nuevo o de «Segunda Mano»?
Aquí nos encontramos con una opción muy personal, puesto que se verán afectados elementos muy subjetivos como la estética, el presupuesto, etc. Nosotros somos partidarios (qué vamos a decir, claro…) de comprar dispositivos Hi-Fi de Segunda Mano. Las razones son varias.
¿Porqué incitar a la fabricación si en el mercado todavía nos quedan excelentes productos con una gran vida útil?
En primer lugar, a principios de los años 70´s la evolución de las cualidades de los equipos Hi-Fi alcanzan, en cuanto a prestaciones sonoras, parámetros lo suficientemente exigentes para que se puedan considerar ya como Alta Fidelidad de Excepción. Hablamos de mediciones como Distorsión Armónica, Relación Señal / Ruido, Damping Factor, Rango de Frecuencias, y otros muchos que solemos leer en las especificaciones de equipos de Alta Fidelidad.
Es cierto que a partir de los años 90´s comienza una carrera para mejorar dichas mediciones de laboratorio y que las marcas puedan plasmar esto en sus flamantes catálogos, pero esta frenética carrera irá, muchas veces, en contra de la propia «musicalidad» o belleza sonora de los productos, puesto que para conseguir dichos números en el laboratorio, los diseños perderán pureza e identidad audiófila. Por poner un ejemplo, ¿de qué sirve que unos altavoces reproduzcan (y declaren en catálogo) frecuencias por encima del umbral de escucha humano?
Por supuesto que en este siglo se están fabricando dispositivos que pasan por el tamiz del oído humano antes de sacarlos al mercado; sin embargo, en la década de los 70´s, 80´s y muchos de los 90´s tenían que pasar el necesario y previo filtro de «audición humana» para que ello ocurriera. En la actualidad, sabemos que ya no se hace con muchos modelos, incluso de marcas legendarias; por así decirlo, “mandan” las mediciones de laboratorio y su respectiva plasmación en catálogo, por encima de una buena escucha prolongada por parte de expertos audiófilos. El problema es que el sonido en Alta Fidelidad tiene mucho de arte, y en el arte hay muchas vertientes que no son mensurables. Hasta donde nosotros sabemos, y por poner un ejemplo, no existe una máquina que pueda medir la exactitud de la escena sonora original ¿la habrá en el futuro?
En segundo lugar, y a estas alturas, sabemos que a partir del presente siglo nos vamos a encontrar frecuentemente con modelos con obsolescencia programada. Para ser justos hay que decir que no siempre, pero para ello será habitual que nos tengamos que dirigir a productos de mayor precio.
¿Es la obsolescencia actual siempre «programada»? En realidad, es un debate en el que no nos atrevemos a entrar a fondo. En el mundo de la High Fidelity, más bien pensamos que es la propia velocidad de producción, y que no dé tiempo a testar los modelos en un entorno real antes de sacarlos al mercado, lo que acaba dando «molestos fallitos» en la producción actual, que muchas veces acaban frustrando nuestra compra.
Imposible seguir sin una pequeña reflexión en la obligación de reducir nuestra huella de carbono individual. Por supuesto que hay que seguir consumiendo, mejor si es de modo responsable, pero, ¿porqué incitar a la fabricación si en el mercado todavía nos quedan excelentes productos con una gran vida útil? Según WWF, tan sólo se recicla el 13% de las más de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos que se generan cada año, con el consiguiente aumento de las emisiones de CO2.
Con esto no queremos decir que se pare en seco el consumo de producto nuevo, por supuesto que a día de hoy se fabrican fantásticos modelos; pero que sin duda debemos copiar en mayor medida a nuestros vecinos centro y norte-europeos, tan aficionados a acabar hasta la saciedad la vida útil de un producto. No obstante, si ves unos altavoces nuevos y te encanta como suenan, siempre puedes combinarlos con un amplificador más vintage, que sin duda les aportará dulzura y musicalidad.
¿A quién comprar un equipo Hi-Fi de Segunda Mano? Es importante elegir un vendedor (particular o empresa) que nos ofrezca ciertas garantías del estado del producto. Sería bueno conocer si existe algún factor que haya hecho envejecer prematuramente (pese a lo duros que son los equipos vintage) a nuestro dispositivo, tales como uso muy exigente, demasiados dueños, golpes, componentes agotados, etc.
En caso de que sea una empresa quien lo venda, asegúrate de su buen hacer (redes sociales, votos en plataformas, comunícate con ellos, pregunta tus dudas, etc…) y que antes de sacarlos al mercado revisan sus componentes, los limpian y ajustan a fondo, además de comprobar su funcionamiento durante horas para descartar averías intermitentes (las que empiezan a manifestarse tras un tiempo de funcionamiento).
Podemos encontrarnos en el mercado empresas de «compra-venta» sin ninguna vocación audiófila, que tan solo desean «dar un pase» a un producto sin haber añadido más valor en su transacción, aumentando también el riesgo de que el producto presente averías. En justicia hemos de decir que también existen buenas empresas españolas y europeas que llevan a cabo la revisión, puesta a punto y garantía de modo responsable.
4. ¿Cuál es el presupuesto mínimo para un equipo de Alta Fidelidad?
De nuevo tocamos un elemento muy subjetivo, quizá el que más. En este apartado, hemos de decir que una vez que llegamos a un mínimo de presupuesto para Fuente Sonora + Amplificación + Altavoces, para conseguir pequeños incrementos en la calidad sonora (en cada rango) se requerirá un fuerte aumento de la inversión (por poner un ejemplo fácil, la aceleración 0-100 Km/h. que tiene un coche de 100.000 euros es tan sólo un poco mejor que la que tiene uno de la mitad de precio ¿verdad?).
Dentro del segmento de la segunda mano, y para los 3 dispositivos esenciales (fuente-amplificación-altavoces), daremos tres márgenes de presupuesto:
-Fase Iniciación Audiófila (Entry Level): Este nivel surge cuando nos despedimos de nuestra «mini cadena» (ojo, aquí no incluimos los mini sistemas de altas prestaciones tipo Denon, Yamaha, etc.) y decidimos dar un salto para disfrutar verdaderamente de la música. Nosotros invertiríamos un mínimo de 500-600 euros (siendo hábil) en los 3 elementos mencionados, repartidos en un 30-35% para la fuente sonora, otro 30-35% para la amplificación y otro 35-40% para los altavoces. No olvides sumar un 10% del total para cableado.
-Fase Avanzada: En esta fase buscamos una mayor expresión emocional de las grabaciones. Queremos mayor tridimensionalidad de la escena sonora y una atmósfera más real. Mejor timing y gestión de grupos instrumentales complejos. En este caso, un presupuesto de unos 1500-2.500 euros puede ser suficiente si elegimos bien.
-Fase High End: Nuestros oídos han aprendido a «degustar el caviar» y buscamos llegar a cotas de detalle y realismo sonoro idéntico al real de una sala de conciertos o auditorio. Aquí se escucha el tamaño de la sala, los «silencios» y el estornudo del espectador de la última fila. Se llega a llorar en muchas audiciones (como lo lees). Partiríamos de un presupuesto de 4.000-5.000 euros (hablando de producto usado) y… hasta el infinito y más allá!
5. ¿Algunas marcas son más adecuadas para determinado tipo de música?
Es frecuente escuchar que tal o cual marca es mejor para Rock y lo mismo para música clásica o Jazz. ¿Es esto cierto? Hasta ciertos niveles de presupuesto, quizás sí. Sin embargo, en un nivel avanzado y sobre todo, High End, un equipo debe ser capaz de reproducir con solvencia cualquier género musical.
Sabemos que en los rangos de iniciación, hay modelos (recuerda que nosotros siempre decimos modelos, no marcas) muy segmentados hacia géneros actuales más modernos (dinámica, velocidad, sensibilidad-decibelios a 1 metro de distancia en altavoces-). Otros lo hacen hacia los más clásicos (naturalidad y textura en gamas medias, atmósfera…). En ocasiones, combinar unos y otros, da un buen resultado en gamas de precios básicas.
También da muy buenos resultados combinar amplificación más Vintage con cajas acústicas más modernas o bien al revés, amplificación más actual con unas estupendas cajas de los 70´s-80´s. Aquí nuestro consejo es siempre escuchar la combinación uno mismo, y si no es posible, dejarse asesorar por algún experto ().
6. La Sinergia, importantísima.
Antes hemos hecho un apunte de este concepto; en líneas generales, la combinación de dos equipos (p. ej., amplificador + altavoces) denota sinergia cuando las carencias de uno con respecto a un parámetro sonoro (por ejemplo, dinámica, calidez, detalle…) es compensado por el otro, y viceversa.
En multitud de ocasiones he combinado dos dispositivos con excelentes críticas por parte de revistas especializadas y el resultado no ha sido satisfactorio. Por poner un ejemplo de un error que se da mucho en los niveles de entrada, combinar 2 productos excesivamente analíticos dará un resultado algo frío, que no acabará de satisfacernos e incluso nos producirá en muchos casos fatiga auditiva.
7. Vaaleee, algunas pistas de marcas para empezar…
Centrándonos en el entry level (que es de lo que trata este artículo) te recomendamos que leas opiniones en internet o en revistas especializadas de los modelos concretos, o bien consultes con entendidos (nosotros a veces incluso hacemos recomendaciones de productos más económicos, en contra de nuestros intereses comerciales, ya nos vale…). En cualquier caso, siempre te podremos decir cómo suena una combinación de componentes que tengamos en ese momento, y darte una explicación detallada, como si las «estuvieras escuchando tú mismo», sólo tienes que unirte a nuestra comunidad de Hifilians 😉 .
Por hacer una enumeración de marcas “respetables” con la que conseguirías una buena combinación en el nivel de entrada a la Alta Fidelidad audiófila, mencionaremos por su excelente relación calidad/precio, y sin ser en ningún modo exhaustiva (perdonad algún olvido, ¡pero es que hay muchas!), las siguientes:
Para Altavoces: KEF, B&W, MISSION, USHER, JPW, TANNOY, ACOUSTIC RESEARCH (mejor hasta 80´s), POLK AUDIO (mejor hasta 90´s), MARTIN U.S.A., JBL (ojo, aquí hay que elegir bien, varía mucho la calidad de unos modelos a otros), WHARFEDALE, MONITOR AUDIO (mejor hasta 90´s), ELAC, BOSTON ACOUSTICS (mejor hasta 90´s), DALI, PSB…
Para Amplificadores: NAD, ROTEL, CYRUS, ARCAM, DENON (mejor vintage), LUXMAN, TOSHIBA (vintage), PHILIPS (serie HiFi International), SONY (hasta 90´s), HARMAN KARDON, MARANTZ, TRIO (después Kenwood), ONKYO (mejor de la Serie Integra), PIONEER (mejor MOSFET), AKAI (hasta 80´s), YAMAHA…
En cuanto a Fuente Sonora, empieza a existir tal variedad de formatos y plataformas en streaming, etc., que lo dejaremos para otra entrada de nuestro Blog. Pero como reproductores de vinilo con excelente relación calidad / precio, nos encontramos con marcas como REGA, PRO-JECT, MARANTZ, NAD y muchos vintage de SONY, AKAI, LUXMAN, BANG & OLUFSEN… (sí, no aparece Technics, habrá quien no nos lo perdone… ;))
Hemos mencionado dichas marcas como buenas en relación sonido / precio (insistimos en que son marcas «entry level», ya que para el nivel «avanzado» y High-End hay muchísimas más) , pero tan sólo unos cuantos modelos de las mismas habrán pasado el filtro de la excelencia sonora, configurándose como “mata gigantes” a lo largo de la compleja historia de la Hi-Fi.
Además, deberán ser combinados adecuadamente para conseguir la Sinergia ya mencionada.
Mucha suerte en tu nueva aventura Hi-Fi, estaremos encantados de echarte una mano con dichas combinaciones.
Ya no hay vuelta atrás 😉
muy buenas, excelente el articulo, y conceptos que desconocia, esta claro que la musica para un amante del buen sonido , no so es escuchar, esto es un arte, el solo echo de saber escuchar,,,,,,tengo unos modestos equipos que me e iniciado, y claro yo lo escucho fenomenal, pero no me lo puedo ni imaginar la calidad de sonido que puedo llegar a alcanzar segun camino por este mundo de la hi fi…..gracias y espero que sigais publicando articulos de este tipo……
Muchas gracias por tu comentario Edison 🙂 tenemos muchas ideas y temas sobre los que escribir, te invitamos a seguirnos.
Totalmente de acuerdo en que esto es un arte. Bienvenido al mundo Hi-Fi y ya verás que una vez que inicias no puedes parar.
Muchas gracias por tu comentario Edison. ¡El mundo de la Hi-Fi es apasionante ya verás!
Gran artículo con el que me siento casi retratado!. Con aquellos 14 años disfrutando en casa de un buen amigo y lo más importante, sin restricciones de volumen, del sonido setentero de un modesto pero muy bien construido ampli DUAL CV62 y sus 25W dirigidos a unas MARTIN USA usando como fuentes sonoras básicamente un plato ONKYO PX5y su cápsula, primero una SHURE 75 y después la ORTOFON CONCORDE, grabando o bien en una AKAI 4400 de carrete abierto o en una pletina de cassette TEAC CX 350, no es que recuerde al dedillo los modelos, he sacado una chuletilla…, hasta fotos delante del equipo nos hacíamos!.
Desde ese momento fui inoculado con el virus HiFi y no paré hasta conseguir uno propio con los ahorros de los trabajillos de verano y ayuda paterna…..
Y llegó el día, con el presupuesto que contaba puse rumbo a la mejor tienda en mi ciudad y fui esbozando mi primer HiFi de verdad en 1981, con un ampli NIKKO NA 390-serie II, bafles de ATAIO INGENIEROS PJ 325, un plato de CEC BD 6200 (todavía en activo), con cápsula TECTRONIC T812E y una pletina SHARP RT10 que nunca me gustó demasiado, pero es lo que podía permitirme.
Ya han pasado lustros y después de todo este tiempo, con aparatitos digitales de toda clase, la entrada de los CD´s en los 80 y posteriormente toda la «música enlatada» y en streaming, al igual que la cabra tira al monte, me decidí a volver a lo analógico y disfrutar de aquel mágico sonido, sin estridencias, detallista, cálido …..una gozada!. Brindo por que sea por muchos años.
Muchísimas gracias amigo por tu reseña. También nos hemos sentido muy identificados por la mención que has hecho de algunas marcas y modelos (¡recuerdo aquellos Ataio!). Y si, es cierto que cada vez somos más los que queremos regresar a ese sonido natural tridimensional y sencillo de escuchar (que no simple) y de amplísimo rango dinámico. Saludos desde Madrid
Muchísimas gracias por tu excelente comentario y sobre todo por la pasión con la que nos has plasmado como viviste todos aquellos años de HiFi. Déjanos comentarte que por las marcas que elegiste en ese momento detectamos que eres un auténtico audiófilo que se fiaba de sus oídos más que de la fama de algunas marcas, ya que la configuración que nos has descrito corresponde a un expertise audiófilo muy alto en cuanto a relación calidad-precio.